La anticipación, así como la planeación es una de las claves del éxito para una empresa familiar, compañía u organización, sin embargo, delimitar estas herramientas para aspectos económicos o administrativos se vuelve insuficiente cuando se excluye al gobierno familiar y su tejido compuesto por los miembros de la familia. Lo cual no necesariamente está previsto dentro de las estrategias de las organizaciones.
Es claro que algunos integrantes serán más activos que otros dentro de la compañía, orgánicamente se irán adhiriendo con el paso del tiempo, pero y ¿aquellos que no? Pues para aquellos miembros que no tienen previsto hacer parte de la organización, es muy posible que exijan la liquidez de su participación.
Ante ello se presentan dos escenarios posibles:
I) División y venta del patrimonio por común acuerdo para la repartición por partes iguales de los bienes: lo cual anula el legado, generando distancia entre los miembros, así como la pérdida inmaterial de los capitales que construyen la riqueza familiar. II) Compra de la parte a liquidar por los demás miembros de la familia, lo cual representa una crisis para el grupo por el desbalance económico temporal que suscita la urgencia: afectando las relaciones interpersonales.
“Aquellos miembros que no tienen previsto hacer parte de la organización, es muy posible que exijan la liquidez de su participación”.
SHANE DOE
La anticipación a estos escenarios, se desarrolla a partir de un método de planeación que les permita a las familias preparase para escenarios atípicos e inesperados que apoyarán las eventuales crisis. Desde IR Foundation, queremos compartir herramientas de valor para implementar estas estrategias:
- Comunicación: la ausencia de esta garantiza malentendidos. La implementación en cambio en entornos seguros donde se compartan temas álgidos, difíciles o candentes evitará el distanciamiento personal entre los miembros de la familia.
- Reservas: una reserva líquida permitirá afrontar las crisis desde la cercanía entre los miembros de la familia, empleando estrategias que permitan un avance y desarrollo aún mayor.
- Visión: realizar acuerdos familiares en referencia al patrimonio, socializándolos con los miembros de la familia y recibiendo su aceptación, será posible unificar tanto valores como los principios establecidos. Lo cual no solo ayudará a mantener el patrimonio unido, sino que permitirá su trascendencia durante varias generaciones.
- Clima familiar: mantener un clima familiar adecuado permite preservar la riqueza socioemocional —como menciona Cabrera-Suárez y colaboradores en su estudio publicado en la revista Emprendimiento y Negocios Internacionales—, proporcionando una identidad a sus integrantes, lo cual les permite identificarse como miembros del grupo, así mismo como una familia empresaria.
Finalmente, los conflictos familiares, aunque no se pueden prever, sí se pueden anticipar y como bien menciona Serebrenik en su libro Dinastías empresariales, la planeación a largo plazo, no es pensar en decisiones futuras, sino como planear el futuro tomando decisiones en el presente que permitan anticipar circunstancias, eventos o sucesos para de esta manera mitigar su impacto, teniendo claridad de los pasos que se deben seguir.
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